Reconozco que cuando me he encontrado esta mañana a las treinta chicas que aún quedaban en los alrededores del Telefónica Arena tras la cancelación ayer tarde del concierto de Tokio Hotel me he venido abajo. Las pobrecitas han pasado su quinta noche consecutiva en una tienda de campaña, sin ducha ni aseos. Por voluntad propia, sí, de acuerdo... Pero, insisto: el espectáculo era bastante triste. Yo ya no sabía si lo que algunas llevaban en el pelo eran enredones o rastas como las de un miembro del grupo que tanto veneran...
Por si tuvieran ya poca desgracia, un desalmado les ha robado casi todo lo que tenían -las fotos como véis no se las han mangado, están todas con ellas alrededor de mí-.
El caso... que me han inspirado casi tanta ternura como el otro día la mujer de Rajoy en el balcón de Génova... O como el pobre Uribarri en la televisión pública, viendo cómo sus décadas de curre reverencial hacia Eurovisión se iban por el desagüe al ritmo del chiki-chiki.
La revolución hormonal de los quinceañeros puede ser agotadora, pero veamos lo positivo: con Harry Potter, muchos descubrieron la lectura; con Tokio Hotel, muchas -y esto es absolutamente cierto- han aprendido algo de alemán, aunque sólo sea quiero ser tuya, aquí tienes mis bragas, Bill y unas cuantas frases de supervivencia más...
He estado compartiendo un rato sus penas, pero tengo la sensación de que la mayoría disfrutan más con esas cinco noches de hermandad entre ellas que con el concierto en sí. Pero ya me iré enterando con detalle de lo que les hace más felices, de sus cuitas, de sus problemas... Porque las fans de Tokio Hotel han convertido a Informativos Telecinco en su tercer brazo mediático. Ésta es la llamada que he recibido esta mañana, al llegar a la redacción:
-Hola, soy miembro del club de fans de Tokio Hotel. Os llamaba para informaros de que esta tarde, a las cuatro, en Plaza España, hay una concentración de fans en apoyo del grupo.
Yo no entendía nada, la verdad. ¿En apoyo del grupo? Pero si ha sido el propio grupo el que ha cancelado el concierto... El caso es que respondí:
-De acuerdo. Ya estábamos al tanto. Gracias.
-Ah, vale. No, te lo digo porque ya habíamos avisado a Bravo y a Loka, y sólo faltabais vosotros...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!!!!!!
Loca me quedé yo. Muy fuerte, tía. Pero lo más más fuerte sucedía un poco antes, a las puertas del Telefónica Arena, cuando una de ellas ha dejado de llorar por un instante y dirigiéndose a mí me ha preguntado: Señor, señor... ¿Cuándo se emite esto? ¡¡¡¿Señor?!!! Ay, Dios mío, entre la constatación de que ya podría ser el padre de una pre-púber y que tengo los niveles de azúcar un poco bajos, a punto estoy de cometer una locura...
Pobrecitas... ESO SI QUE ES SER FANS DE VERDAD!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario